El pequeño libro de la sabiduría de Rumi

Se dice que, cuando morimos, todas nuestras oraciones, ayunos y actos de caridad son pesados en una balanza. Pero cuando la bondad se mide en el cielo, confunde las balanzas y demuestra ser imposible de cuantificar. De modo que haz de la bondad el rasgo más importante de tu vida. Si encuentras solo un ligero rastro de ella en ti, aliméntalo para que se vuelva abundante

Cuando ves a las personas de pie, con la espalda vuelta hacia las tumbas de grandes hombres, esto no se debe a una falta de respeto ni a la ignorancia. De hecho, dan la espalda a los cuerpos terrenales de los sabios por respeto y deciden encontrarse cara a cara solo con sus almas ya liberadas

Cuando encuentres un vicio en tu hermano, presta atención, ¡pues la falta podría estar en ti! Date cuenta de que podría ser tu propio defecto el que estás proyectando en él. El mundo es un espejo que devuelve el reflejo de todas las cosas y nunca miente. Trabaja tus faltas para poder distanciarte de ellas. Y recuerda: a menudo, cuando te sientes molesto con los fallos de tu hermano, en realidad eres tú mismo quien te inquieta

En la vida no hay manera de escapar del sufrimiento y el dolor; entonces, ¿por qué no intentar dedicar parte de tu tiempo a prepararte para lo que vendrá en el más allá?

¡Es hora de dejar de lamentarse! ¡Hay abundante alegría esperándonos sin dolor a la vista! No hace falta estar triste, pues divisamos la rosa sin espinas

La gente siempre se enamora de lo que no puede tener. Está dispuesta a renunciar a la libertad para apropiarse de lo que en verdad no puede entender y nunca aprecia por completo lo que ha poseído por derecho desde el principio

Es imperativo que nos veamos unos a otros con ojos positivos y bien intencionados

Déjate confiado en manos de Dios para evitar el peligro; nunca se ha dejado de oír la verdadera necesidad de alguien

Hablar con bondad de otros y alabarlos cuando la alabanza es debida es algo que se reflejará de una manera positiva en ti. Cuando nos acostumbramos a pensar bien de los demás, vivimos de manera muy parecida al hombre que planta flores y arbustos hermosos alrededor de su casa. Cada vez que mira afuera, siente como si hubiera entrado en el paraíso

Dondequiera que estés, ¡estás justo donde tienes que estar!