Las cartas de Eros, libro póstumo de Enrique Lihn, fue escrito a comienzos de los 80. Está compuesto por seis textos dirigidos a mujeres que «en un cierto sentido, no existen», aunque incluya a Gabriela Mistral entre las destinatarias. Así, se confiesa con Adelina, Consuelo o Beatriz y va aclarando para sí mismo otros aspectos de su vida en forma fragmentaria y circular, de modo que la serie funciona también como una pequeña autobiografía velada. «Caí lona en cualquier tipo o cantidad de contradicciones, pero con la blandura de un sentimental, no la dureza de un cínico», escribe Lihn, cuyo lenguaje recuerda aquí la precisión hiriente y el doble juego de dramatización y desdramatización que caracterizó lo mejor de su obra y, especialmente, de su poesía amorosa.