Jenna siempre se ha sentido diferente. Con sus diecinueve años no aparenta más de quince y para eso no ayuda mucho su despreocupado aspecto. Hija de un importante empresario nunca se ha sentido a gusto en sociedad. No encaja en ese mundo. Su mundo es la pintura, le encanta perderse en su cuadros y plasmar la belleza que solo ella es capaz de ver.
Decidida a costearse sus caprichos y saber qué quiere hacer con su vida. Encuentra un trabajo de niñera de un niña preciosa hermana de Robert, un joven rubio con unos impactantes ojos dorados, que hará que la joven se sienta abrumada ante un joven tan apuesto.
Sus manos no pueden evitar dibujarlo, su mente no puede evitar recordarlo a cada instante y sentir como las mariposas se anidan en su estómago al verlo. Si ya de por si todo era complicado, se enreda mucho más cuando descubre que el chico que ocupa todos sus pensamientos, y del que sabe que se ha enamorado, es nada menos que el prometido de su hermana…
¿Un amor imposible?
¿Serías capaz de robarle el novio a tu propia hermana?