Roland Barthes, uno de los críticos más importantes del siglo xx, relee su propia obra al tiempo que se retrata como sujeto. Y en ese proceso, consigue resignificar toda una vida a partir del modo de narrarla.
«Toda la obra de Barthes es una exploración de lo histriónico o lo lúdico; de muchas e ingeniosas maneras, una excusa para el paladeo, para una relación festiva (más que dogmática o crédula) con las ideas. Para Barthes, como para Nietzsche, el fin no es alcanzar algo en particular. El fin es hacernos audaces, ágiles, sutiles, inteligentes, escépticos. Y dar placer».
Susan Sontag
«Barthes encontró de un solo golpe la superación de la novela y del ensayo».
Pablo Gianera, La Nación
«Con el Barthes por Barthes consigue algo más: la consagración como escritor; el derecho a pertenecer al campo de la literatura a secas, en pie de igualdad con cualquier poeta o escritor de ficciones».
Alan Pauls, (del prólogo)