En este libro me encontré con un personaje despreciable.
Pensamientos y acciones deplorables de un ególatra español burgués, que se extendien por cada una de las páginas del texto.
Pecados y crímenes justificados de superioridad intelectual y "espíritu poético", que en realidad exponen de manera cruda la bajeza del ser humano bañado en oro.
Por ello, lo considero un muy buen libro. La autora hace un excelente trabajo para jugar con el lector y acribillarlo con situaciones incómodas. Es capaz de hablar de lo terrible y lo cruel con metaforas conmovedoras.
Sin embargo, no lo volvería a leer.
LO QUE SE NECESITO PARA QUE ABRIERA LOS OJOS...