El tiempo, que daña o reconcilia, dilata las experiencias que centran estos cuentos: miserias del reloj, o de quienes, seres humanos al fin, no logran más que sentirse a merced de la vida, en su goce o padecer. Cada elección de estos personajes, que expresan, además, la posibilidad de que seamos cualquiera de nosotros, conduce a un final del que el autor nos brinda atisbos y claves con maestría.