«La risa está, probablemente, destinada a desaparecer. No se comprende bien por qué, entre tantas especies animales desaparecidas, persistiría el gesto de una de ellas. Esta grosera prueba física del sentido que se tiene de una cierta inarmonía en el mundo deberá borrarse frente al escepticismo completo, la ciencia absoluta, la piedad general y el respeto de todas la cosas. Reír es dejarse sorprender por una negligencia de las leyes: ¿se creía pues en el orden universal y en una magnífica jerarquía de causas finales? Cuando se hayan enlazado todas las anomalías a un mecanismo cósmico, los hombres no reirán más.»