Tú no eres especial

Que los progresos tecnológicos no se traducen en progresos sociales, aunque navegues más rápido por internet.

Hay una inflación de imágenes y un nuevo botón en WhatsApp que nos permite acelerar los audios que nos envían, no vaya a ser que perdamos tiempo con una voz demasiado pausada. El imperativo contemporáneo es acelera. No tengo tiempo, porque la aceleración no se traduce por una mayor disposición de tiempo, sino en una mayor disposición para producir y para consumir. La aceleración temporal acelera los intercambios productivos, no libera ningún tiempo disponible

¿Aún sigues creyendo que eres especial? Súbete al barco y naveguemos juntos para comprobarlo

Somos más frágiles, porque nos han vendido que hay que extirpar todo lo tóxico de nuestras vidas, volviéndolas así más superficiales, insustanciales, virtuales. Vidas anestesiadas con un filtro color pastel de Instagram. Nos han reducido a la religión del selfie, a la industria del Yo frente al cuidado común, a esa necesidad de producir singularidades por encima de lo colectivo.

El adanismo contemporáneo, el creernos los primeros en hacer todo (los primeros en haber sido padres, o madres, los primeros en haber sentido tal o cual cosa…) es una consecuencia directa de esta pérdida de la referencialidad temporal. No hay tiempo histórico, sólo tiempo personal de vida. No importa lo que hubo antes porque sólo importa la story que voy a colgar ahora… y que mañana ya habrá olvidado todo el mundo que la haya visto.

No es casualidad que las mayores cuotas de ansiedad, problemas mentales y estrés coincidan con la mayor celebración del narcisismo que se recuerda.

ya no habrá un tiempo histórico, ni un tiempo de la comunidad humana: únicamente habrá un tiempo de vida personal, que no tiene por qué ser sustancial ni existencial.

individualismo tritura a las personas bajo los imperativos del éxito entendido exclusivamente en clave personal. Pero muy poca gente gana y se crean multitud de perdedores. Al no tener nada comunitario a lo que agarrarse, muchos optan por una última representación del «héroe» solitario.

Nos hacen sentir especiales, pero ese sentimiento se produce en cadena, como si de tornillos para una pieza mecánica se tratara. Te quieren hacer sentir especial, pero lo que hay en realidad es una homologación de individuos. Nos dicen que podemos expresarnos como queramos, pero no podemos expresarnos fuera de la lógica mercantil. El capitalismo está fuera de la contestación, el mercado está por encima del individuo.

Conocerse mejor a uno mismo que a su clase o su sociedad. La relación con uno mismo sustituye la relación con el otro. Se crea un miedo a la decepción y a las pasiones descontroladas, nos adentramos en un búnker de indiferencia para estar a salvo de nuestras propias pasiones y de las pasiones de los otros.