De acuerdo con los autores de este texto, no existe una sola forma de voltear de cabeza el salón de clases, tampoco hay una única definición que abarque lo que implica este novedoso y efectivo método de estudio, cuyo principal propósito es que los alumnos de verdad aprendan, y no solo “jueguen a la escuelita” y simulen aprender, e incluso obtengan buenas calificaciones que en la mayoría de los casos están totalmente alejadas de su realidad académica.