El Simbolismo apareció en Francia y Europa entre la década de 1880 y el principio del siglo veinte. Los simbolistas, fascinados por la mitología de la Antigüedad, intentaban escapar del reino del pensamiento racional impuesto por la ciencia. Deseaban trascender el mundo de lo visible y lo racional para alcanzar el mundo del pensamiento puro, coqueteando constantemente con los límites del inconsciente.
Los franceses Gustave Moreau, Odilon Redon, los belgas Fernand Khnopff y Félicien Rops, los ingleses Edward Burne-Jones y Dante Gabriel Rossetti, así como el holandés Jan Toorop son los artistas más representativos del movimiento.