están deprimidos sino cómo se deprimen, y por eso les pregunto: «Y ¿cómo lo hace?». Por lo general, la contestación es una mirada de sorpresa, ya que la gente no sabe que para estar deprimido haya que hacer unas cosas muy determinadas en la mente y en la fisiología de uno. Entonces pregunto: «Si yo estuviera en su piel, ¿cómo haría para sentirme deprimido? ¿Qué imaginaría? ¿Qué me diría a mí mismo, y qué tono emplearía para decirlo?». Estos procesos crean acciones mentales y físicas determinadas y, por tanto, unos resultados emocionales determinados. Si uno logra cambiar la estructura de un proceso, éste puede convertirse en otra cosa y el resultado ser distinto de la depresión