Este libro es un testimonio de que el amor perdura en el tiempo. Es la máxima que Mark Salter quiere transmitir a través de sus cartas a Federica. Porque escribir ayuda a superar el duelo y tener cerca a nuestros seres queridos nos hace ser mejores personas. El dolor y la felicidad están unidos, porque uno forma parte de la otra.
«Cada duelo es personal e intransferible, porque cada uno de nosotros tiene una historia, una manera propia de enfrentarse a los desencuentros, a los sinsabores de la vida […]. Desnudo querer está lleno de autenticidad, de belleza, de poesía; es la búsqueda de un hombre que, a pesar de las tempestades, tiene el fuerte deseo interior de vivir, de amar y de ser amado».
Del prólogo de Mercè Castro