Este cuento trata sobre una muchacha que era extremadamente ociosa. Un día su mama la regaño tanto que la joven se puso a llorar a gritos, y la reina, que paseaba por allí, la oyó y decidió indagar la razón de su llanto. La madre, avergonzada de la ociosidad de su hija, dijo a la reina que la había regañado porque era demasiado trabajadora, que su hija hilaba día y noche y tenía miedo de que pudiera enfermar.