Tratado sobre Ontología Inclusiva (2024) es una obra que trata de dar sentido a la forma en la que nos acercamos a la comprensión de los entes, es decir, de «lo que es, existe o puede existir», pero entendiendo que los entes se ponen como referencia mutuamente a la hora de desarrollar su existencia; de ahí que se llame inclusiva, puesto que todos los entes se incluyen en distintas relaciones referenciales.
El principal punto de apoyo de los entes, a la hora de ordenarse, es la relevancia, que se entiende como la dificultad que entraña sustituir a un ente en el ejercicio de las funciones que se le atribuyen y la intensidad del dolor o malestar que se desencadenaría en caso de que un ente cesara en el desarrollo de sus funciones. Esto variará especialmente atendiendo al grado de vinculación que tenga con otros entes.
La obra analiza el modo en el que las religiones tradicionales han abordado el acercamiento de los seres humanos hacia los entes superiores, unificados en Dios según su doctrina. También se señala que la ontología, sin aplicación práctica, no es más relevante que una actividad de ocio, así que en la obra se indican las posibles aplicaciones prácticas de la ontología inclusiva y una serie de consejos orientativos.