Estos sería equivalente a la diferencia subyacente entre los enunciados "aprender de la Biblia" y "aprender La Biblia"
En contraposición a muchas filosofías que afirman que para llegar a la iluminación o transformación no se necesita hacer nada, la sugerencia en lo que afirma esta cita es que debemos disciplinarnos para leer las escrituras ya que eso activa el poder del Espíritu Santo por medio de la interacción con la vida y eficacia implícita en La Palabra de Dios. Esto no encaja en el contexto de que somos salvos por fe y no por obras: leer las escrituras sería la obra, más bien aclara que el conocer La Palabra clarificará aún más la ineficacia de creer que con buenas obras obtenemos el favor de Dios