Eres capaz de ser bastante incómoda, tú lo sabes.
—¿Qué quieres decir?
—Bueno, cuando estás celosa, por ejemplo.
—Todas las mujeres son celosas; pero tú me enseñaste, hace mucho tiempo, que es una medicina amarga y peligrosa… una espada de doble filo.
—Con la que uno hiere al compañero y se hiere a sí mismo.
—Ocurra lo que ocurra, ya estoy demasiado vieja para un doble suicidio o para un divorcio.
—Ya es bastante feo que una pareja madura se divorcie; pero no hay nada más triste que un doble suicidio. Los ancianos deben de sentirse muy afectados cuando leen una noticia de ese tipo en los diarios.