Nosotros, los policías, no somos de piedra. Todos estamos observando con aprensión lo que está pasando en el mundo estos últimos años, y todos tenemos algún familiar o allegado al que han estafado los banqueros, o que se encuentra en paro o arruinado por la avaricia e inutilidad de los políticos y empresarios.
Javier hizo una pausa