Los Mabinogi constituyen una de las mejores obras en prosa de la literatura céltica medieval. Conocidos y estudiados desde el siglo pasado en Inglaterra y Francia, nadie duda hoy día de su coherencia interna, riqueza y calidad literarias. Al mismo tiempo, estos relatos poseen un gran interés como documento histórico, ya que se suman a las escasas fuentes que nos informan de aquella sociedad instalada en los límites occidentales de Europa, concretamente en el País de Gales. Esta región, a pesar de haber mantenido estrechos contactos con la Francia del Norte desde mediados del siglo XI, permaneció en cierto modo recluida en su tradición. Junto con Irlanda y la Península de Armórica, el País de Gales poseyó una fuerte unidad y homogeneidad cultural, y si bien todo parece indicar que siguió la evolución y ritmo del resto de las sociedades medievales de la Europa occidental, también conviene señalar que estas tres regiones constituyeron el último reducto de la civilización celta.