En realidad, no hay forma de desconectar la molesta IA, ya que nuestro RDP está vinculado a la póliza del seguro y su tarifa se establece en función de nuestro compromiso con una vida saludable. Si omitimos un entrenamiento recomendado, la IA nos acosará todo el día. Si comemos una galleta adicional, el dato va derecho al archivo. No se suponía que el sistema se comportara de esta manera, pero los algoritmos tenían un propósito específico y fueron entrenados para optimizar sin descanso las diferentes facetas de la vida cotidiana. No se los programó con un punto final o con una fecha de culminación.