Si al leer el título de este capítulo usted piensa ¿por qué hay que estar loco?, vislumbro que le falta desarrollarse en esta profesión y envidio su curiosidad porque me hace acordar a cuando todo estaba por venir en mi carrera. En cambio si usted pensó yo no estoy loco, soy vendedor porque lo elegí, amo hacerlo, supongo que es un vendedor profesional tan loco que ni siquiera se dio cuenta de su locura y con este libro va a confirmarla. Y si pensó que efectivamente usted está loco por haber elegido las ventas, es porque es un verdadero vendedor profesional que reconoce que las ventas no son una profesión fácil ni tranquila.