Los incas

Imperio inca, que recibía el nombre de Tahuantinsuyu («El país de los cuatro cuartos»), se dividía en cuatro grandes regiones. Cada una de ellas se dividía, a su vez, en provincias y cada provincia era objeto de un desdoblamiento en unidades socioeconómicas más pequeñas hasta llegar a la propiedad familiar, llamada ayllu. Cada una de las cuatro regiones del Tahuantinsuyu estaba dirigida por un alto dignatario, pariente cercano del Inca, cuyas funciones consistían en administrar la provincia, supervisar la gestión, defender los intereses del Estado y hacer que fructificaran los asuntos del imperio.
Desde el rango m

crueldad que manifestaron los incas —por ejemplo, cuando los jefes derrotados eran llevados como prisioneros para su rendición ante los pies del emperador antes de ser decapitados o cuando sus cráneos se transformaban en copas para beber cerveza, sus huesos labrados en flautas, sus dientes en collares o su piel en tambores— no es propia de una etnia, sino de una época que empuja muy lejos el refinamiento a cambio de la aniquilación del enemigo y la toma de posesión, altamente simbólica, de sus atributos más íntimos.
A partir de la victoria inesperada

Gran conquistador, dejó en la memoria de sus súbditos el recuerdo de ser un organizador de tierras y pueblos: ordenó la reconstrucción de Cuzco siguiendo un plan grandioso, creó una vasta red de comunicaciones y de mensajería que se extendió hasta sus fronteras más lejanas, creó un ejército fuerte y una burocracia eficaz que administraba las provincias sobre las que reinaba la «paz inca». Por haber sabido aliar armoniosamente la sabiduría organizadora con la violencia creadora, supo representar mejor que ninguno de sus predecesores o sucesores el modelo del soberano perfecto que representaba Manco Cápac en el ámbito del mito.[15]

efecto, más allá de simples rivalidades tribales, el inca era conquistador, no sólo con el fin de ampliar la superficie de las tierras que controlaba, sino para hacer retroceder el incesto, poner fin a las prácticas de canibalismo y erradicar las luchas incesantes entre las tribus que aniquilaban sus fuerzas vivas.

región de Cajamarca formaba parte de otro importante reino, el chimú, que vio en la incursión de los incas un peligro. En realidad, lo que Cápac Yupanqui pretendía con esta audaz campaña militar era arrebatar el poder a su hermano, pero como en realidad no tenía grandes dotes de estratega, Pachacutec, sin dudarlo, mandó que lo asesinaran.

término de una guerra de conquistas en el norte lejano que duró cerca de siete años, en 1470, los ejércitos incas regresan a Cuzco. Poco después, Pachacutec cedió el poder a Tupac Inca, glorificado por sus numerosas victorias militares. Para la mirada de la historia, Pachacutec es el verdadero fundador del Imperio inca:

ero Pachacutec no les dio tiempo: se libró a una batalla terrible con todas las fuerzas del Imperio inca finalmente unidas, mató a dos de los jefes enemigos, masacró a miles de guerreros y aniquiló de golpe el poder chanca.

Empezaba una nueva era cuyo primer acto consistió en la toma de poder por parte de Pachacutec, que destituyó a su padre Viracocha Inca y se adjudicó la maskapaicha,[13] atributo supremo del poder inca.

Otro de los hijos de Viracocha Inca, Pachacutec, se negó a abandonar Cuzco ante la presión de los asaltantes y decidió defender la ciudad costase lo que costase. Pa

Animados por sus recientes victorias militares, los chancas vieron en la separación de las fuerzas incas el signo evidente de una conquista sin demasiado esfuerzo, hasta tal punto que cometieron un error de graves consecuencias: prepararon las celebraciones de su victoria, antes de la batalla, exponiendo peligrosamente la efigie de su antepasado fundador.