Verdades durmientes es una colcha de patchwork compuesta de retales de recuerdos vividos y de otros que pudieron llegar a ser.
A finales de octubre, Micaela regresa a Pravus, el pueblo que la vio crecer, para asistir al funeral de su tía Mati. Necesitada de una pausa en su vida, decide aprovechar el viaje para regalarse unos días de asueto en el balneario de San Quintín. Son las fiestas del lugar y Micaela acude a un espectáculo de magia sin imaginar las consecuencias. Esa noche regresará a 1982, año en el que sucedieron acontecimientos cruciales que desconoce y que va a descubrir con la ayuda del mago.
Por otro lado, la novela también se remonta a 1847, donde descubriremos la historia de María, la joven cuyos restos reposan en el jardín del balneario.