Joseph Roth concibió 'Fresas' como una pieza literaria sobre su infancia, una suerte de recreación de Brody, la ciudad limítrofe en la que se crió, situada entre el Imperio austrohúngaro y la Rusia zarista. La ciudad del relato está poblada por un elenco de personajes que marcaron el resto de su obra—el judío acaudalado que visita las tumbas de sus ancestros, el padre borrachín y ausente, los astutos traficantes de documentación falsa y los empobrecidos habitantes que viven “de los milagros”—con el que da vida a la comunidad judía de la Europa del Este de principios del siglo xx.
Este manuscrito, aunque incompleto, condensa los temas predilectos de Roth, quien, con una prosa lúcida e irónica, dibuja una viñeta melancólica y sagaz que anticipa el destino de una Europa a las puertas de la tragedia.
«Lo que Roth ve y transmite es una esencia única, que expresa la fragilidad de nuestra verdadera condición humana».
Nadine Gordimer
“Sus fragmentos son iluminaciones que nos recuerdan el poder de la gran literatura”.
Rafael Narbona, El Cultural
«Roth procedía del Este, de los pantanos, de las fresas, y escribía como los ángeles».
Ignacio Vidal-Folch, Crónica Global
“En Fresas se condensan las claves de la obra literaria de Joseph Roth”.
Francisco R. Pastoriza, Faro de Vigo