Tres exposiciones individuales en distintas galerías neoyorquinas, atribuidas respectivamente a Anton Tish (1998), Phineas Q. Eldridge (2002) y al artista conocido por Rune (2003), se debían en realidad a la mano de Burden. La artista presentó el proyecto completo bajo el título Enmascaramientos y declaró que su propósito no consistía sólo en denunciar el prejuicio antifemenino del mundo del arte sino que, además, pretendía desvelar la complejidad de la percepción humana y cómo las ideas inconscientes respecto a la raza, el género y la celebridad influyen en la recepción de una determinada obra de arte por parte del público