La anorexia, un desorden complejo y polifacético, tiene dimensiones corporales, sociales y relacionales. Negarse a comer es sólo una de muchas señales. Varias son las formas de experimentar el trastorno. Esta obra ofrece una mirada a la anorexia a través de la experiencia concreta de ocho jóvenes (13–24 años) de la Ciudad de México; propone una reflexión a profundidad basada en dos nociones: las relaciones jerárquicas de generación y de sexo, y la cuestión del sujeto. La tesis central del libro plantea que la anorexia es, para la persona que la padece, una forma de hacerse sujeto, de afirmar su propia existencia y de dominar, al mismo tiempo, sus relaciones con el cuerpo y con otras personas.