Porque da igual el qué, el dónde o el cuándo: si es contigo, sé que va a ser extraordinario. Haces que cualquier situación merezca la pena. Me siento capaz de todo si al levantarme te tengo ahí, honrándome con tu belleza, metiéndote conmigo, volviéndome loco y haciéndome reír. Disfruto de cualquier situación si estoy contigo. Y tú eres… —Se ríe un poco para sí mismo, como si estuviera ordenando los pensamientos en su cabeza—. Eres un peligro. Un peligro andante.