El pericazo sarnieto. Selfie con cocaína

Todos estamos formados en alguna fila, real o hipotéticamente, por un repuesto

Y si me rindo va a ser más triste todavía. Al final de Forrest Gump, el coronel Dan acepta su realidad y cambia la silla de ruedas por una prótesis. Lo que es digno para él no lo es para mí. Porque yo sin coca lo que sentiré es lo mismo que Maradona en usa 94 cuando le cortaron las piernas

Ya saben que la autoagresión es el deporte favorito del yonqui. También me habría gustado ser menos atascado. Al menos haberlo intentado. Pero para qué me hago pendejo, si ése siempre fue el sello de la casa

Los adictos también poseen sueños. El mío es quedar tablas con la coca. Mi corte de caja, a unos días de cumplir cuarenta años, es bastante decente. Nunca he sufrido una sobredosis. Jamás he caído en una clínica de rehabilitación. No me he prostituido por drogas. Ni me han arrestado por posesión de sustancias. Coca nada te debo, coca estamos en paz

Mi impasse con la coca persistía. No podía continuar así. Metiéndome tal cantidad y pidiendo prestado. La natación había dejado de ser suficiente. Entonces recurrí a mi terapeuta personal. Siempre que me siento de la chingada guacho en YouTube una entrevista que le hicieron a Fogwill en el programa Hemisferio Derecho, ésa en la que confiesa que la cocaína apestó su obra y su vida. No sé explicarlo. Pero las palabras de Fogwill consiguen ejercer un efecto tranquilizante en mí.

Desde que lo descubrí

Comencé a dudar seriamente en publicar este libro. La primera vez que nos fuimos a juicio ella puso como prueba mis textos. En donde yo, como el cronista que soy, cuento todo lo que hago. Sin guardarme nada. Y si un juez o jueza leen estas páginas eso me podría costar la custodia. Sin embargo, creo que mi trabajo como padre es irreprochable a ojos de mi hija. Y que la custodia es una puta hoja de papel sin valor. Y porque quien la lleva a nadar soy yo, quien la lleva al cine soy yo y quien paga el internet para que ella se harte de Netflix soy yo y porque el que paga la luz para que ella tenga aire acondicionado soy yo. No voy a dejar de publicar un libro por miedo. Porque después de mi compromiso con mi hija está el compromiso conmigo mismo.

El mejor momento para meterse una nueva droga siempre es el peor momento. Me encontraba en Ciudad Juárez, qué buenas drogas de diseño se comercian en esa frontera. Después de aterrizar de un trip en el que me atoré cuatro champis se presentó la oportunidad de probar el dmt

mejor momento para meterse una nueva droga siempre es el peor momento. Me encontraba en Ciudad Juárez, qué buenas drogas de diseño se comercian en esa frontera. Después de aterrizar de un trip en el que me atoré cuatro champis se presentó la oportunidad de probar el dmt.

Me duele aceptarlo, muchas veces la droga ha actuado por mí. Ha cogido por mí, ha besado por mí. Yo estoy ausente en esos momentos. Lo único que no ha hecho es escribir por mí. Se rehúsa. No sé por qué. Es lo único que le falta para ser perfecta.

Cuando eres adicto es inútil tratar que tu vida funcione fuera del influjo de la droga. Fadanelli dice que su salud es la enfermedad bien llevada. Mi equilibrio es la libertad que la droga me otorga para cumplir con mis obligaciones de padre. Pero en mis relaciones sentimentales nunca he logrado estabilizarme. Mi último matrimonio era obra de la coca. Y yo estaba harto. Quería que la droga dejara de meter las manos en mi vida sentimental