largas plumas, velos, atuendos exóticos de princesa oriental, odalisca y demás— de los cuales las mujeres pretenden despojarse poco a poco, las transforman en seres fuera de la esfera de la realidad común o de la experiencia diaria, y las convierten en personajes románticos de fábula o seres de una tierra lejana, lejos de nosotros y, por lo tanto, de la posibilidad