Este texto, además de alcanzar un extraordinario éxito en la comprensión, en tanto observador desde las alturas, del mundo de las relaciones internacionales, parece haber alcanzado la madurez que solo poseen los hombres de experiencia para realizar síntesis complejas.
El dominio del autor sobre este campo de estudio se asemeja al de los cóndores de la Patagonia que avizoran el mundo: a pesar de estar en las alturas, es capaz de verlo todo. —Amado LuizCervo (Profesor emérito de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia)