Querido lector desconocido o amigo paciente, pues dado el ámbito restringido para el que escribo y difundo, será raro que nos conozcamos directa o indirectamente.
Gracias seas quien seas en cualquier caso y te debo al menos una explicación sobre este peculiar libro y sus reflexiones ya que
pertenecen a un campo o materias un tanto difíciles de ponerles límites.
No es un libro “Espiritual” ni tampoco un manual del como comportarse unos curas, religiosos o catequistas, etc. para que no
se les vayan poco a poco los feligreses en un goteo o una más o menos disimulada estampida, cuando se aborden ciertos temas
“inexplicables”. No esperes maravillas ni evoluciones raras o eruditas sino sentido común, limitaciones reconocidas y cierto tonillo aleccionador
hacia los responsables de ciertas «prédicas» a las que los feligreses tememos e intentamos sobrevivir de diversas formas.
Espero que pese a todo quede bien claro mi cariño profundo tanto al Púlpito como a los Bancos Parroquiales o del tipo que sean.
«Lo sencillo, lo humilde no tiene porque ser ofensivo para el sabio pues es la sabiduría misma»