No se limita a la simple descripción de la situación de miseria en la vivienda obrera, sino que establece la relación que luego irá a categorizarse como segregación urbana: La ciudad está construida de modo que puede vivirse en ella durante años y años, y pasearse diariamente de un extremo a otro, sin encontrarse con un barrio obrero o tener contacto con obreros [...] Esto sucede principalmente por el hecho de que, sea por tácito acuerdo, sea con intención consciente y manifiesta, los barrios habitados por la clase obrera están netamente separados de los de la clase media... (Engels, op.cit., 64).