Hugo, un chancho de tierra común y corriente, aferrado a su raíz, un día se enamora de la esquiva Paty la mariposa. Decepcionado del amor y de la indiferencia de la belleza alada y luego de intentar por todos los medios posibles captar su atención, decide emprender viaje tierra adentro. Cavando y cavando llega hasta China donde su vida daría un vuelco insospechado.
En Las memorias de Hugo, María José Ferrada nos relata el primer acercamiento al amor en el ocaso de nuestra etapa infantil y en los albores de nuestra adolescencia y cómo este sentimiento nos genera a veces felicidad y otras decepción, pero nos van enseñando y reafirmando nuestra personalidad. Los personajes de Las Memorias de Hugo nos enseñan a ver que cada persona tiene sus propios intereses, defectos y virtudes. El viaje de Hugo nos recuerda que cada uno es especial y que nada tenemos que cambiar para a estar “a la altura de otros” y que somos nosotros mismos quienes tenemos que encontrar nuestros propios caminos.