El nombre de Alexandre Kojève no ha dejado de ser un foco de atracción para el imaginario filosófico y político contemporáneo. Su Introducción a la lectura de Hegel (Trotta, 2013), fruto del mítico seminario impartido entre 1933 y 1939 ante la intelectualidad francesa, hizo época con nociones como la de lucha por el reconocimiento o la del final de la historia. A su fama de maître à penser se une el aura de su posterior carrera en los medios de la diplomacia mundial y de las altas finanzas. Pero ¿quién fue «en realidad» Aleksandr Kozevnikov, procedente de la alta burguesía rusa, exiliado y sobrino de Vasili Kandinsky? Estas páginas aspiran a restituir las distintas facetas, a menudo contradictorias, siempre fascinantes, de un pensador que condensa la profundidad y la superficie del siglo XX. De un filósofo que fue un burócrata, de un partisano que fue consejero en Vichy, que estimuló y se dejó influir por algunas de las mejores mentes de su siglo, sin desdeñar a las peores. Un perfil complejo que brilla como una esquirla de la historia del pasado siglo, del cruce de caminos entre Oriente y Occidente en la época de los totalitarismos y de la Guerra Fría. A través de la personalidad y del pensamiento de Kojève, este libro pretende comprender qué es y qué sentido tiene la acción política del filósofo.