Bruno Manrique es un locutor exitoso en los noventa. El Caribe y sus excesos escenifican el lugar donde vive, y la frivolidad y la desvergüenza pública de políticos, queridas y niños bien arropan el entorno en el que se desenvuelve cómodamente. Allí todo tiene un precio: «Tú, yo, los derechos de las canciones de John Lennon vendidas a Michael Jackson, las llamadas sex line, un pedazo del muro de Berlín».
“No nos importa nada” es el lema de su generación, la del tiempo de la clonación de ovejas, la guerra con Irak, las Spice Girls, la canonización de Lady Di y los televangelistas en limusina. Las posibilidades reinan y el muchacho que creció en un bloque está “culeando con una mantuana”, en una historia de giros inesperados y resultados insólitos bajo las banderas de las drogas, el sexo y cantidades groseras de dinero.