Otaberra

¿Piensan también los gimnastas en otras cosas mientras saltan sobre la lona sorprendiéndose ante su propia pericia, los patinadores mientras deslizan las cuchillas sobre el hielo, está todo el mundo en otra parte o solo le pasa a ella?

lo que a mí me acaba de pasar no lo tratan en los hospitales.

No son grandes cosas pero me dan miedo. La calle se volvería temible y la convivencia en mi casa empeoraría drásticamente. ¿Me afectaría tanto como creo? ¿Podría soportarlo? ¿Se acabarían acostumbrando ellos? ¿Me aceptarían, me acabaría acostumbrando yo al desprecio?

Su pipí es completamente transparente, no tiene color ni olor ni presencia, es un pipí fantasma

No tiene novio ni hijos, pero sí un buen trabajo y hábitos envidiables en torno al consumo de agua. Se encuentra depurada, fresca, jugosa. Su madre no volverá a mirarla mal, a sugerirle cambios estéticos, a rechazar su presencia física, a avergonzarse de ella.
Tras varios meses de atletismo hidráulico

Espera sus noticias recorriendo el pasillo, que ya no es un sitio con suelo y paredes sino un estado alterado de conciencia, un bucle de imágenes bienintencionadas que se repiten sin parar.

Por desgracia, que algo no te apetezca nunca es excusa

lo tratan como a un desecho tóxico pero es puro, fuerte y limpio como una roca reluciente de rocío

Por qué tanta miseria, tanta incertidumbre, por qué tanto desamor

No importa cuántas veces se lo imagine. No le dio la mano ni en público ni en privado, no le regaló el cromo, no se completó el álbum, pero sí recogió la caja dos días después de que esas posibilidades se desvanecieran y la guardó debajo de todas las camas del resto de su vida, una mudanza tras otra