Un estudio de las principales maneras de escribir (y, por lo tanto, de leer) el aforismo lacaniano «La mujer no existe».
Dentro del cúmulo de escritos nacidos al calor del extenso debate entre el psicoanálisis (en sus múltiples concepciones) y los diversos feminismos existentes, este libro ocupa un lugar destacado debido a la impronta de la enunciación personal de su autora, el rigor en el manejo de las herramientas que ella usa, y la seriedad de la interrogación surgida de sus planteos que, sumados a la actualidad de su asunto, lo convierten en una referencia ineludible para el estudioso.
Tres razones fundamentan esta afirmación: la inclusión de lo contemporáneo en discusiones cuyas raíces se remontan al medioevo e incluso a la Antigüedad clásica; la relación directa con las fuentes en que abreva —inconfundibles rastros y cicatrices que deja la danza cuerpo a cuerpo con los autores y con los problemas abordados— en lugar del chato resultado de recurrir a la intercesión del comentario autorizado; y el rigor y la escrupulosidad del ensayo, base del interés que despierta y de su apertura al mundo.