Esta obra es una de las más ambiciosas de Luis Villoro y tuvo su origen en los esfuerzos del grupo Hiperión, cuyo propósito general era construir una filosofía propiamente americana. En este marco, Villoro eligió estudiar el pasado y el presente indígenas de México y sus representaciones. Por estas páginas transitan la persona y la obra de Hernán Cortés, fray Bernardino de Sahagún y Francisco Javier Clavijero, entre otros.