Harry Stone, también conocido como Harry el Valet, era detective. Solía cambiar de nombre al registrarse en los hoteles, hasta que la policía de Rodhesia lo relacionó con el robo al Banco Nacional de Johanesburgo. Eran otros tiempos, y las autoridades coloniales hacían la vista gorda con los defectos de sus funcionarios. Harry no tuvo dificultad en escapar en el tren nocturno con destino a Ciudad del Cabo. Su objetivo era visitar a otro personaje de su calaña, un genio llamado Lew Daney. En Londres la policía sigue las huellas de un atracador de bancos que va dejando regueros de sangre a su paso y que despierta sospechas en su novia, hasta el punto de que amenaza con delatarle a la policía. Se suceden homicidios, persecuciones, acechos, disparos, suplantaciones, pesquisas y demás situaciones que harán las delicias de los entusiastas del género.