Aun cuando en la industria se tiende a señalar que transporte y seguridad van de la mano, en la práctica, muchas veces resulta complejo implementar medidas concretas.
Este libro propone una solución: que la gestión de la seguridad operacional se convierta en una función empresarial, contribuya a la priorización en la asignación de recursos sobre la base de evidencia y se integre a las otras funciones de negocio de la organización. La idea se construye sobre tres ejes.
Primero, la gestión de la seguridad operacional debe ampliar su rol histórico limitado a la prevención de accidentes, y contribuir a la gestión integrada del riesgo empresarial total. Segundo, dado que es financieramente inviable –y materialmente imposible— que las empresas de transporte masivo aborden todas las cuestiones de seguridad, se deben desarrollar pautas explícitas para priorizar las cuestiones de seguridad de manera consistente. Finalmente, la gestión del riesgo de seguridad debe situarse en el nivel de liderazgo ejecutivo.
Seguridad en el transporte. La gestión de la seguridad como función empresarial resulta una herramienta imprescindible para todos los profesionales de la industria del transporte, especialmente para los sectores de conducción medios y superiores, donde se fijan las prioridades en la asignación de recursos para la gestión de riesgo.