aros son los amigos de los que podemos decirnos que han cambiado nuestra vida, con la extraña certeza de que sin ellos nuestra vida simplemente no habría sido la misma, con la íntima convicción de que la incidencia de ese vínculo, su influencia, no se limita a unas cuantas cenas, fiestas o vacaciones, sino de que ese vínculo ha irradiado, se ha proyectado mucho más allá, de que ha actuado sobre las decisiones más importantes que hemos tomado, de que ha modificado profundamente nuestra manera de ser y contribuido a afirmar nuestro modo de vida. Mis amigos dela casa-de-las-vacaciones son de ésos: fundamentales. Por desgracia para mí (pero por fortuna para ellos, al parecer) abandonaron París hace ya tiempo.