Basada en hechos reales

Si no captas la pequeña vena de la locura de alguien, no puedes amarlo. Si no captas su punto de demencia, has perdido la ocasión. El punto de demencia de alguien es la fuente de su encanto.

Ningún ser podía sobrevivir en nuestra sociedad sin desarrollar cierto número de rituales de los que no siempre tenía conciencia.

Ahora sé que no es sólo un asunto de disponibilidad, sino más bien de clase, qué clase de mujer elige una ser, siempre que haya elección posible.

Iba a explorar una vida nueva, con un orden nuevo, a la que sabría adaptarme, había que mantener la nostalgia a distancia y aferrarse al presente. No había por qué tener miedo

Algo concluía y algo distinto iba a comenzar, había tenido una suerte increíble, desde el principio, todo ese tiempo, en el fondo no me había abandonado la suerte

pensé que, al margen de las angustias y los quebrantos familiares, les había transmitido algo que se asemejaba a pesar de todo a la alegría

se ha proyectado mucho más allá, de que ha actuado sobre las decisiones más importantes que hemos tomado, de que ha modificado profundamente nuestra manera de ser y contribuido a afirmar nuestro modo de vida.

Raros son los amigos de los que podemos decirnos que han cambiado nuestra vida, con la extraña certeza de que sin ellos nuestra vida simplemente no habría sido la misma, con la íntima convicción de que la incidencia de ese vínculo, su influencia

comprendí la clase de amor que podía nacer de nuestro encuentro y dejé de tener miedo

Yo sé lo que es tu libro oculto. Lo sé desde el principio. Lo comprendí la primera vez que te vi. Lo llevas dentro. Todos lo llevamos. Tú y yo. Si no lo escribes, acabará atrapándote