Basada en hechos reales

Si no captas la pequeña vena de la locura de alguien, no puedes amarlo. Si no captas su punto de demencia, has perdido la ocasión. El punto de demencia de alguien es la fuente de su encanto.

Ningún ser podía sobrevivir en nuestra sociedad sin desarrollar cierto número de rituales de los que no siempre tenía conciencia.

Ahora sé que no es sólo un asunto de disponibilidad, sino más bien de clase, qué clase de mujer elige una ser, siempre que haya elección posible.

Pero no ocurre nada

Llega un momento en que pensamos que es una cuestión de disciplina, que sólo queda pegarse una buena patada en el culo, entonces seguimos las reglas del juego

Llega un momento en que habría que lanzarse, reencontrar la cadencia, el impulso, la determinación. Pero no surge nada

Llega un momento en que no se interpone obstáculo alguno, en que el espacio necesario ha quedado expedito, en que todo ocupa su lugar, ordenado, clasificado, copiado

Una suerte de superego sarcástico y sin indulgencia había tomado posesión de mi mente. Se carcajeaba, se guaseaba, soltaba risitas. Detectaba, antes mismo de que la formulase, la débil frase que, sacada de su contexto, provocaría hilaridad

Acababa de comprender algo vertiginoso y aterrador: me había convertido en mi peor enemigo. En mi propio tirano

El lector se mostraba siempre dispuesto a ceder a la ilusión y a considerar real la ficción. El lector era capaz de eso: creer en ella a sabiendas de que no existía