En 1629 una expedición de padres franciscanos alcanza las inhóspitas tierras de Nuevo México. Allí se encuentran con algunas tribus indígenas que afirman haber recibido la visita de una extraña mujer, a la que ellos llaman la Dama Azul . ¿Una aparición de la Virgen o algo más? El incidente llega pronto a oídos del papa Urbano VIII, quien ordena una investigación» cuyos resultados nunca se harán públicos. Tres siglos y medio más tarde, diversas fuerzas luchan por hacerse con el secreto de las apariciones. Obviamente identificada como sor María Jesús de Ágreda (1602–1665), la Inquisición contabiliza mas de quinientas bilocaciones —hallarse a un tiempo en dos lugares distintos— gracias a una fórmula secreta. El temor no está en que alguien se apodere de la fórmula sino que con su robo se descubra un complot eclesiástico que podría minar la fe de millones de cristianos.