Poco a poco, sin darnos cuenta, gracias a la convivencia diaria y a los logros alcanzados iniciamos una amistad indestructible, a través de los años, basada en el apoyo y la confianza; era como un socialismo sensitivo y democrático. Construimos una utopía humanitaria. Aunque asistíamos diariamente a clases siempre estábamos dispuestos a tomar un bote sellado y salir a repartir propaganda por solicitar dinero y así cubrir los requerimientos más elementales como pintura, papel, jabón…46