Más que una extraña singularidad atribuida al catolicismo, el Purgatorio –el “tercer estado”, como lo llamaba Lutero− podría considerarse como una invariante existencial de lo humano, que se aparece siempre entre el dolor y el sentido de culpa que atan al pasado, y la esperanza que impulsa al futuro. Así lo consideró Dante Alighieri, quien lo imaginó como una montaña en la que la purificación se presenta como ascenso. Otros autores peruanos e hispanoamericanos, también. La teología cristiana y el análisis comparativo de las religiones aportan perspectivas novedosas al estudio de un problema secular. Por todas estas consideraciones, referirse a los Purgatorios en plural no resulta una extravagancia, sino –quizás− la manera más propia, más justa, de abordar el fenómeno.
Estudió Lingüística y Literatura Hispánicas en la Pontificia Universidad Católica del Perú, de cuya Facultad de Letras se graduó con una tesis sobre el libro El contemplado de Pedro Salinas. Es profesor ordinario de la Universidad del Pacífico y de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es autor de artículos sobre literatura moderna y contemporánea, algunos recogidos en Otros textos. Apropiaciones, 1989–2009, Universidad del Pacífico, 2013; y también del poemario Vigilia de los sentidos, Laberintos, 2005, donde ha escrito odas a la manera de Ricardo Reis, el heterónimo pessoano. Ha traducido al español 35 Sonnets de Fernando Pessoa.