Este libro demuestra que Cristo está vivo. Los cristianos nos diferenciamos de todas las demás religiones en algo trascendental: seguimos a un Dios vivo. Las otras expresiones de fe que hay en el mundo tienen a sus líderes o a sus “dioses” sepultados en alguna parte del mundo. Algunos se conforman con adorar a estatuas de oro o de yeso a pesar de que la Biblia dice claramente que es absurdo seguir a esos dioses inanimados. Los cristianos creemos no solamente que Jesucristo está vivo, sino que Él premia nuestra fe haciendo permanentemente “milagros, prodigios y maravillas”. Los que tenemos fe asistimos a cada momento a portentosas obras sobrenaturales de Dios, imposibles de realizar por el hombre. Pero el milagro más importante que sigue haciendo es cambiar radicalmente a las personas. Cambiar su forma de pensar y por ende su manera de vivir. Cambiar su corazón.