Unknown

―Te he amado toda mi vida, Mal ―le susurré a través de mis lágrimas―. Nuestra historia no tiene fin.

―¿Sabes cuál es el problema con los héroes y los santos, Nikolai ? ―le pregunté mientras cerraba la tapa del libro y me dirigía a la puerta―. Siempre terminan muertos.

No podía ceder a mi dolor, así que cedí a mi furia.

Tal vez nunca sentiste que pertenecieras, o tal vez sólo lo dices para gustarle más a la huérfana solitaria.

―Entonces ¿sí te gusto?

Rodé los ojos.

―Sí, cuando no quiero apuñalarte.

―Es un comienzo.

―No, no es así.

Se giró hacia mí. A la media luz, sus ojos avellana lucían como esquirlas de ámbar.

―Soy un corsario, Alina ―dijo tranquilamente―. Tomaré lo que pueda.

Repentinamente, fui consciente del hombro que descansaba contra el mío, la presión de su muslo. El aire se sentía cálido y olía dulce con la esencia del verano y la leña.

―Quiero besarte ―me dijo.

―Ya me besaste ―repliqué con una risa nerviosa.

Una sonrisa tiró de sus labios.

―Quiero besarte de nuevo ―corrigió.

Cuando la gente dice imposible, por lo general quieren decir improbable.

Todo lo que vale la pena comienza siempre como una mala idea.

―El miedo es un aliado poderoso. Y leal.

Hija de Dva Stolba.

Mi vida sería lealtad en lugar de amor, fidelidad en lugar de amistad. Calcularía cada decisión, consideraría cada acción, no confiaría en nadie. Observaría la vida desde la distancia.

Prometo no hincarme en una rodilla ni empezar a componer baladas a tu belleza.