Harry Graham y su equipo tenían la difícil tarea de evacuar por completo Murrawarra, una ciudad perdida en el interior de Australia y devastada por la crecida del río. Pero encontró un obstáculo a la hora de llevar a cabo su misión: la doctora Kirsten McPherson no estaba dispuesta a abandonar el hospital a su suerte.
Ninguno de los dos iba a aceptar la retirada, así que estaban condenados a trabajar juntos. Harry no había contado con que aquella mujer exasperante y valiente le resultaría tan atractiva. Y Kirsten estaba asombrada ante su comportamiento cuando se encontraba frente a él. El peligro avivaba un deseo que podía ayudarlos a superar aquella situación crítica, pero después, ¿qué ocurriría?