Y cuando me puse a pensar por qué sería así, por qué tan pocas de las canciones que para mí son importantes me llegan cargadas de sentimientos o sensaciones asociadas, se me ocurrió que la respuesta era evidente: si te gusta una canción, te gusta lo suficiente como para que te acompañe a lo largo de diversas etapas de tu vida, así que el uso va borrando todos los recuerdos demasiado específicos.