En 1986, P. Lemebel lee su famoso manifiesto “Hablo por mi diferencia” en un Congreso del Partido Comunista. En dicho manifiesto, el valiente P. Lemebel se enorgullece de su abigarrada condición de “loca” y le recrimina a la izquierda sus prejuicios y discriminaciones político-sexuales: “Yo no voy a cambiar por el marxismo que me rechazó tantas veces”.